Material necesario
- Muestras vegetales: flores, hojas o plantas herbáceas completas.
- Periódicos.
- Una prensa o un conjunto de varios libros voluminosos.
- Pliegos de papel de estraza o de cartulina doblados por la mitad.
- Etiquetas de unos 5 x 8 cm (opcional).
Procedimiento
Explicación
Cualquier ser vivo está compuesto mayoritariamente por agua y muchos de ellos, como la mayoría de los microorganismos, sólo se desarrollan sobre un sustrato húmedo o dentro de un medio líquido. Por ello una planta muerta, sin las defensas antimicrobianas activas, y con abundancia de agua en su interior, constituye un ambiente idóneo para la proliferación de hongos y de bacterias, los cuales, con tiempo suficiente, acaban descomponiendo los restos vegetales en moléculas inorgánicas sencillas.
Para evitar la descomposición de las muestras vegetales que recojamos en nuestras salidas al campo es necesario, pues, desecarlas, impidiendo de este modo la proliferación de los organismos saprótrofos en ellas.
Por otro lado, si se realizan regularmente los cuidados pertinentes, un herbario es una forma muy adecuada de ir elaborando una colección, todo lo amplia que se desee, de muestras de especies vegetales. Existen herbarios que contienen ejemplares de más de 200 años.
Estas muestras vegetales pueden ser plantas herbáceas completas. Pero si se desea, o no queda otro remedio (caso de las plantas leñosas), pueden conservarse sólo las partes más significativas de la planta, o al menos aquellas que permiten por sí solas una perfecta identificación de la especie, como las flores y las hojas (a ser posible varias insertas en un eje).
Recolección
- Recolecta ejemplares de entre 20 y 25 especies relativamente comunes, conocidas o relevantes en tu comarca, tanto de plantas leñosas como herbáceas.
- No cojas más ejemplares de los que necesites. Solo las que tengas previsto añadir a tu herbario.
- Procura no arrancar ni plantas cultivadas ni plantas que se encuentren catalogadas como "en peligro de extinción", "vulnerables" o de "aprovechamiento regulado".
- Procura que los ejemplares recogidos tengan flores y/o frutos, siempre que estos sean fáciles de prensar.
- Si puedes, con ayuda de una azadilla, arranca la planta desde la raíz. Y si no, córtalas con unas tijeras (mejor si son de podar).
- En plantas grandes, que no puedas recolectar enteras, haz una breve descripción de los caracteres más notables en un papel que guardarás en el herbario junto con las muestras recogidas de la planta (p.e: "leñosa, de unos 10 m de altura, porte cónico, de corteza lisa y caediza").
- Para guardar las muestras, lleva una carpeta con periódicos dentro y extiende bien las plantas al colocarlas en ellos. También puedes usar una bolsa-nevera o bolsas de papel; a ser posible, evita las bolsas de plástico.
- Procede a secarlas lo más rápidamente posible, evitando que se marchiten antes.
Secado
- Coloca las muestras dentro de uno o de varios periódicos, procurando que haya al menos unas diez hojas entre cada dos muestras. Al hacerlo extiende bien las muestras y evita las arrugas.
- Para evitar confusiones, escribe el nombre de la especie correspondiente en las hojas de periódico entre las que has colocado cada muestra.
- Cierra el periódico con cuidado. Coloca encima de él una tabla (opcional) y sobre ella un peso grande, tal como unos tres o cuatro libros voluminosos (como los tomos de una enciclopedia).
- Para evitar que aparezcan mohos y que se decoloren los ejemplares, durante unas tres semanas has de cambiar los periódicos cada vez que notes que las hojas del mismo están sensiblemente húmedas, lo que ocurrirá más frecuentemente al principio que al final de este periodo; la periodicidad promedio del cambio de periódico quizás debería de ser cada 24 h durante los primeros 4 días, y luego cada 2 o 3 días. Mantén los cambios hasta que las plantas queden bien secas y no mojen más el papel.
- El prensado debe de hacerse en un lugar seco y cálido o aireado.
El herbario
- Fija la planta a la cara derecha de un pliego doblado de papel estraza o cartulina con tiras de celo. Alternativamente puedes hacerlo en una carpeta de anillas con hojas de tamaño A4 del mismo papel.
- Los tallos de los ejemplares largos pueden doblarse en zigzag. Unas hojas deben mostrar el haz y otras el envés. Las flores abultadas pueden cortarse por la mitad para que se vea su estructura interna. También puedes añadir las semillas en un sobre transparente o bajo una tira de celo.
- Junto a la planta, abajo a la derecha, coloca la etiqueta con (o escribe) los siguientes datos: familia, especie, nombre vulgar, lugar de recogida, municipio y fecha de recogida.
- Además puedes escribir en el propio pliego las características del ejemplar vivo que no pueden ser observadas en las muestras de tu herbario.
- Igualmente puedes escribir, y señalar con flechas, las características de las muestras recogidas que encuentres más significativas.